FIESTAS Y TRADICIONES

La primera manifestación registrada en el transcurso del año es la del canto de la Aurora el día de Reyes. No era la única, dado que había otra propia del día de Navidad, junto con el canto de villancicos.

El 17 de enero, fiesta de San Antón, se iba con los animales de labranza hasta la ermita de la Virgen, ahora en ruinas, dando tres vueltas en torno a ella.

El día de San Babil (24 de enero) era costumbre arrojar zanahorias a los niños, desde la torre de la iglesia parroquial, esforzándose, como si fuera una competición, en recoger cada uno el mayor número.

El día de Jueves Lardero se solía ir a comer el tradicional palmo a la ermita de San Roque o en otros lugares próximos.

Para carnaval era costumbre vestirse con viejos trajes y la cara tapada, se echaban vino unos a otros y el último día los quintos recorrían las calles, acompañados por un burro e instrumentos de cuerda, pidiendo lo necesario para organizar una merienda, mientras entonaban unas coplas.

"La solemnidad del Corpus Christi era una de las grandes fiestas populares de la localidad, se celebraba entonces en jueves y al día siguiente, viernes, tenía lugar la romería a la ermita de San Cristóbal. Actualmente, se celebra el sábado posterior al Corpus."

Otra costumbre desaparecida era comer la “culeca” el día de San Jorge (23 de abril) junto al río, en las proximidades de la ermita de San Roque. Además, de la culeca también se consumía el llamado “cornijuelo” que se hace con la misma masa, pero adoptando forma semicircular y, en su interior, además de huevos duros se introduce chorizo y longaniza el cornijuelo era propio de los hombres, mientras que la culeca tenía forma de torta con uno o dos huevos encima.

Para San Juan (24 de junio), se cogía la “Sanjuanada”, unos ramos de flores con hojas de noguera que los mozos colgaban la víspera en las ventanas. También era frecuente que, como una broma, otros quitaran las macetas de las ventanas de las mozas, llevándolas a la fuente, colocándolas de tal forma que, para recuperarlas, hubiera que mojarse. Ese día se consumía también queso.

La solemnidad del Corpus Christi era una de las grandes fiestas populares de la localidad. Había Vísperas cantadas y, en la mañana de ese día Aurora y Rosario por las calles. Después, tras la Misa Mayor salía la procesión con el Santísimo bajo palio. Participaban en ella las peanas de la Virgen del Rosario y de Santa Úrsula, decoradas con grandes roscones que, al finalizar, los mayordomos ofrecían a cofrades, autoridades y músicos. En la plaza, adornada con flores y colchas, se procedía a bendecir con la custodia a los niños que habían nacido en ese año, los cuales eran colocados sobre almohadas y alfombras, algo peculiar de este municipio.

El Corpus se celebraba entonces en jueves y al día siguiente, viernes, tenía lugar la romería a la ermita de San Cristóbal. Actualmente, se celebra el sábado posterior a la solemnidad del Corpus. Encabezada por el pendón de la villa, la comitiva se encaminaba a pie hasta la ermita, donde se celebraba la Misa y, después una comida popular. Desde ese lugar se procede a la bendición de los términos y, durante el regreso se canta la Salve, haciendo su entrada en la población, entre el sonido de las campanas. 

Las grandes fiestas de Calcena son las que se celebran en honor a la Virgen del Rosario y Santa Constancia. Actualmente, el primer domingo de agosto pero, anteriormente tenían lugar el primer domingo de octubre, festividad de la Virgen del Rosario. Cuando las fiestas se celebraban en octubre, el punto de arranque estaba constituido por el llamado “Sábado Octubre”, día en el que llegaban hasta la localidad gentes procedentes de lugares remotos en los que habían establecido su residencia. A las Vísperas asistía el Ayuntamiento en corporación. Por la noche, al igual que el día anterior a otras fiestas se encendía una hoguera en la plaza, sobre la que se saltaba, El día siguiente comenzaba con el canto de Aurora y el Rosario por las calles. Después, tenía lugar la Solemne Eucaristía, con procesión en la que el relicario era portado por el sacerdote, revestido con capa pluvial.  Al finalizar el Ayuntamiento ofrecía un refresco en la Casa Consistorial.
Entre los actos profanos, había carreras de pollos y burros, junto con otros juegos. En el siglo XIX, llegaron a celebrarse corridas de toros.

"Las grandes fiestas de Calcena son las que se celebran en honor a la Virgen del Rosario y Santa Constancia. Actualmente, el primer domingo de agosto pero, anteriormente tenían lugar el primer domingo de octubre, festividad de la Virgen del Rosario."

En noviembre, hay que mencionar la fiesta de “Santos Todos”, en la que se celebraba una procesión nocturna en la que los participantes portaban velas, mientras en las ventanas de todas las casas se colocaban lamparillas y las campanas tañían a muerto durante toda la noche.

Para Santa Lucía (13 de diciembre) también se encendían hogueras en las calles, en las que se asaban patatas y cebollas. Se siguen haciendo, aunque en el fin de semana más próximo.


Debemos también hacer alusión a la Aurora de Navidad y a algunas tradiciones pérdidas. Entre ellas la de celebrar cada año una romería a la ermita de la Virgen de Constantín de Purujosa, correspondiendo los de esta localidad con otra a la ermita de San Cristóbal de Calcena. En ambas, la comitiva era precedida por las respectivas cruces parroquiales que, al encontrarse se saludaban con unas reverencias.

Otra tradición, hace tiempo desaparecida, la de celebrar cada 17 de julio una procesión y rogativa recordando la terrible epidemia de peste que asoló la población en 1653, como consecuencia de la cual fallecieron más de 450 personas, cifra impresionante que obligó a irlas enterrando en una fosa común, hacia la que, cada año, se encaminaba la procesión hacia el lugar en el que se ubicaba, que pudo ser en torno a la desaparecida ermita de la Virgen de los Desamparados. La procesión se mantuvo hasta el siglo XIX.

 

SEMANA SANTA

Especial atención merece la forma en la que se celebraba la Semana Santa en la que la cofradía de la Sangre de Cristo se encargaba de la instalación del monumento que estaba formado por una serie de bambalinas de sargas pintadas.
Desgraciadamente se ha perdido como también ocurrió con otros similares de nuestra zona. La cofradía o hermandad de la Sangre de Cristo era muy antigua e intervenía también en todos los entierros que se pregonaban, a son de una campanilla” con la fórmula: “Rogad al Señor con un Padrenuestro y Avemaría por el difunto de hoy”.
A media tarde del Jueves Santo, se celebraba una procesión en la que participaban los pasos de la Oración en el Huerto, Jesús con la Cruz a cuestas, Jesús atado a la columna, San Juan Evangelista y la Dolorosa.
Entonando el Miserere, salía por la puerta principal del templo y, bajando por la plaza, subía por el Cortijo para retornar por la puerta románica, que es la que aparece en la fotografía.  Al entrar el cortejo, se hacían las llamadas “cortesías” ante el Monumento, después, volvían a salir por la puerta principal, entonando el Vexila Regis y, al retornar a la iglesia, se procedía al rezo del  Rosario y al canto del “Reloj de la Pasión”.


El Viernes Santo, los actos daban comienzo a una hora tan temprana como las cinco de la mañana, cuando tenía lugar el Sermón de la Pasión, también conocido con el nombre de “Sermón de la bofetada”, en recuerdo de las que recibió Cristo en el pretorio.
Después, la Aurora recorría las calles de la localidad y, en torno a las ocho de la mañana, se cantaba el Oficio Divino de ese día, conocido como “oficio de tinieblas”, presidido por el tenebrario, el gran candelabro cuyas velas se van apagando, una a una. En Calcena, al finalizar cada salmo, los niños presentes pateaban y golpeaban los bancos de la iglesia, simulando su pesar por la muerte del Señor. Salía después el pregón que, en este caso, era presidido por el párroco. El cortejo lo integraban hombres con túnicas negras, acompañados por dos tambores y una ocarina. En los lugares establecidos el párroco anunciaba: “Fieles cristianos, hermanos de Jesucristo, sabed: Que Jesús Nazareno ha muerto afrentosamente en una cruz por nosotros pecadores y su Madre Santísima, triste y desconsolada, pide a los cristianos que acudan a darle sepultura”.
A las seis acudían todos al templo, en cuyo presbiterio se había colocado la imagen de Cristo yacente.

"Protagonistas singulares de la procesión del Viernes Santo eran los “longinos”, unos personajes, en número variable, que originalmente vestían pantalón blanco, una casaca roja o azul, cruzando el pecho con una banda azul y cubriendo su cabeza con su sombrero, a manera de mitra, con rayas verticales azules y rojas.  En 1956, esta tradición se perdió y los “longinos” fueron reemplazados por soldados romanos, como en otras partes."

La Semana Santa de Calcena finalizaba con la ceremonia del Encuentro que tenía lugar en el interior del templo de una forma peculiar el Domingo de Resurrección.  Al término de la Solemne Misa que se celebraba a las seis de la mañana, el sacerdote, revestido con capa pluvial y humeral, tomaba en sus manos la custodia con el Santísimo y, bajo palio, se colocaba en la nave central del templo. Ante ella desfilaban las imágenes de San Juan Evangelista y la Virgen, que había trocado el luto por un traje de fiesta.Los portadores de las peanas se arrodillaban por tres veces ante el Santísimo, manteniéndolas equilibradas, a pesar de que en una de sus manos llevaban un cirio encendido. Mientras tanto, el coro entonaba el Regina Coeli.

 

 

 

 

 

JUEGOS TRADICIONALES

LOS BIRLOS

Los birlos es un juego tradicional muy practicado antaño en la localidad, Este juego ha sido recuperado recientemente, y tuvo un pasado muy importante para la vida festiva de las mujeres de Calcena hasta los años 60, aunque su juego se limitaba a la época de la Cuaresma.

Para el desarrollo del juego se necesitan seis birlos de roble, carrasca u olmo de unos 68 cm de altura y con 7 u 8 cm en su base. Además para distinguir su puntuación están diseñadas en su parte superior una de ellas con tres "cabezas", dos que tienen dos cabezas y tres con una cabeza. También hay un birlo especial: la "abuela" que mide 82 cm de alto y está adornada con 5 cabezas. Por último es necesaria la tiradera, con 33 cm de longitud y 8 cm de diámetro.La disposición de los birlos es de dos filas de tres sin importancia en el orden en que son colocadas. Para que se tengan en pie se debe poner algo de barra en la base y así se aguantan mejor. Detrás de ellas se pone centrada la "abuela", alejada la altura del birlo. Se debe lanzar desde detrás de una línea de tiro colocada a 10 o 12 m.Se elige a suertes el equipo que empieza, lo que es fundamental para acabar antes y ganar la partida. Aunque según la ronda varía el orden. Se lanza alternando equipos, pero se puede rebatir (volver a lanzar) si se derriban todas los birlos.

EL TRINQUETE

El trinquete es una modalidad de frontón de pelota, en recinto cerrado, con doble pared lateral y sin contracancha. En Calcena también hubo uno. Estaba situado en mediavilla, más o menos, en la actual plaza de Atilano Pérez. Orientado de norte a sur, medía unos 30 m de largo por 15 de ancho, con suelo de losas y se entraba por enfrente de la actual casa de Concha Torrubia y Felipe Valdepérez. En Calcena había mucha afición a la pelota y se apostaba. Se jugaba a mano con pelota dura y todos los días, salvo en Semana Santa, había partidos, aunque los fuertes eran los domingos, día en que las cuadrillas se jugaban la merienda. Cuando apetecía tomar el aire, detrás del local había una terraza cubierta. Poco a poco decayó su uso como frontón, dejándose de jugar antes de 1920 y se pasó a jugar en el frontón de la plaza.
También se utilizaba para baile. De hecho, cuando vino la primera orquesta de fuera de Calcena, tocó en el trinquete. En estás ocasiones se ponía un ambigú con refrescos, aperitivos, latas,

Hubo un cura, D. Félix que en los años 30 hizo cine mudo. Compró una cámara y echaba películas de animales que comentaba a los chicos.

El trinquete se hundió a mediados de siglo.

 

 

 

Calcena. "La Cara Oculta del Moncayo"

"De épocas pasadas ha quedado un amplio patrimonio arquitectónico y en la memoria un buen número de tradiciones, algunas de ellas perduran en el tiempo."

 

GRUPO ESCOLAR EN CALCENA. AÑO 1930-31.

Cómo Llegar y qué ver...

Rodeada de montañas se sitúa en el Parque natural del Moncayo, en la vertiente sur del Somontano del Moncayo a 836 m. de altura, en el valle del río Isuela. En la provincia de Zaragoza y perteneciente a la comarca de Aranda, está a una distancia de 100 Km de Zaragoza .Geográficamente está situada al O. de Zaragoza por la autovía A-2 y desvío por la A-2302 por ctra. local, en dirección a Morata de Jalón.

Podemos considerar que la Cara Oculta del Moncayo donde factores cómo su relativo aislamiento y los serios problemas de despoblación debido principalmente a las deficientes comunicaciones hacen conservar el sabor tradicional del casco urbano y la belleza de su entorno natural. Un paraje espectacular esperando ser descubierto por escaladores, senderistas, ciclistas, espeleólogos...

VILLA DE CALCENA. AÑO 1956